A lo largo de la historia, los arquitectos han lidiado con esta responsabilidad y con las estructuras económicas, políticas y culturales del poder, y lo han hecho de diferentes maneras obteniendo diversos grados de éxito. Con el auge de la globalización y la homogeneización de la ciudad contemporánea, el papel del arquitecto en el panorama político ha sido a menudo reducido a contestar las preguntas que otros han hecho. En el proceso de diseñar un nuevo objeto cultural-icónico-turístico, impulsado económicamente, una creciente cantidad de arquitectos y políticos se han olvidado de la ética que debería estar asociada a la práctica arquitectónica y al potencial del diseño en la construcción de la vida pública.
El proyecto comenzó en Nueva York en 2014 con una colección de cartas escritas por una amplia selección de arquitectos internacionales dirigidas a sus respectivos alcaldes. Ediciones posteriores, organizadas en colaboración con instituciones y grupos locales, han incorporado voces relevantes a nivel local e internacional a los despachos de los alcaldes elegidos y a la conciencia pública, centrándose en ciudades concretas como una forma de explorar territorios específicos. Las ediciones recientes incluyen Ciudad de Panamá, Mariupol, Bogotá, Taipei, Atenas, Ciudad de México, Buenos Aires y São Paulo.
Con motivo de la XIII Semana de la Arquitectura 2016 celebrada en el COAM, la ciudad de Madrid se suma a la iniciativa de Storefront for Art and Architecture. Y no parece haber un mejor momento para ello, puesto que nuestra alcaldesa Manuela Carmena y su equipo están incorporando procesos colaborativos a sus políticas e incluyendo a la ciudadanía en la toma de decisiones.
Bajo la premisa de que los arquitectos tienen la responsabilidad de soñar y aspirar a una ciudad mejor, los comisarios en la exposición en Madrid, Enorme Estudio y Moneo Brock, junto con el COAM, han elaborado una lista de arquitectos participantes.