En el momento en que diferentes unidades y modelos de familia habitan una misma edificación, hablamos de vivienda colectiva. Este fenómeno constituye la piedra angular del patrimonio urbanístico europeo y es reflejo de la rica historia y los valores del continente, desde sus raíces medievales hasta su evolución postindustrial.
El Premio Europeo de Vivienda Colectiva, organizado por el Instituto de Arquitectura del País Vasco, junto con arc en rêve centre d'architecture de Burdeos, apoyados por el Departamento de Vivienda y Agenda Urbana del Gobierno Vasco, pretende generar un debate crítico sobre la vivienda y el derecho a una arquitectura doméstica y cotidiana de calidad. La exposición destaca el valor de la vivienda colectiva como herramienta posible para revitalizar las ciudades, las políticas y las aspiraciones generacionales; en definitiva, mejorar la sociedad.

«Conviviendo». Premio Europeo de Vivienda Colectiva. Fotografía por Mikel Blasco.
La muestra expone 18 proyectos finalistas de la primera edición del Premio Europeo de Vivienda Colectiva, que se agrupan en torno a 8 diferentes conceptos que ilustran diferentes momentos del habitar: Sostener, Cuidar, Proteger, Respirar, Mirar, Entrar, Encontrarse, Nutrir.
El jurado de esta primera edición compuesto por: Kristiaan Borret (Bélgica), Fernanda Canales (México), Emanuele Coccia (Italia) y Christian Hadaller (Alemania) y la ganadora del Pritzker 2021 Anne Lacaton (Francia) como presidenta, reunidos en San Sebastián el 31 de mayo de 2024, otorgaron los siguientes premios:
La Borda por Lacol. [BCN] España.
Premio Europeo de Vivienda Colectiva en la categoría de nueva construcción.
La Borda es una cooperativa de viviendas que forma parte del parque de viviendas sociales de Barcelona. El equipo de Lacol y la cooperativa La Borda priorizaron hacer un edificio con el mínimo impacto ambiental, tanto en su construcción como en su vida útil, mientras se minimiza el riesgo de pobreza energética para sus habitantes. El jurado destacó:
«Es un proyecto acreditado, un ejemplo destacado de desarrollo de vivienda colectiva urbana en todas las etapas del proceso.
La ambición va más allá de la escala del edificio, ya que es parte de un proceso de regeneración de abajo hacia arriba de todo el vecindario. El concepto de vivienda aporta un nuevo planteamiento de vida y convivencia. Se trata de una conjugación exitosa de individuos, vida común y compromiso público.
La arquitectura aporta generosidad y muestra que transformar los límites de la vida contemporánea convierte los desafíos técnicos en recursos. Muestra que la sostenibilidad y los desafíos técnicos contemporáneos se pueden abordar de otra manera, dando prioridad a la calidad de vida. La introducción del sistema cooperativo como modelo alternativo a la producción de viviendas combina de manera correcta asequibilidad y calidad».

Cooperativa de viviendas «La Borda» por Lacol. Fotografía por Lacol.
Ekko por Duncan Lewis. [Burdeos] Francia.
Mención especial categoría nueva construcción.
La residencia Ekko, ubicada en el barrio ecológico de Bastide Niel, forma parte de un planteamiento de construcción que se rige por normas urbanísticas bioclimáticas que favorecen el soleamiento natural y conducen a una división geométrica muy precisa. El proyecto responde a las urgencias climáticas y ecológicas contemporáneos, reuniendo bajo un mismo techo un jardín vertical, con árboles flotantes, y 49 apartamentos colectivos. El jurado destacó que este trabajo aborda cuestiones importantes sobre el clima y la sostenibilidad, y muestra un enfoque innovador en el diseño de viviendas colectivas.

Ekko por Duncan Lewis. Fotografía por Mikel Blasco.
Reconversión de un antiguo almacén de vino por Esch Sintzel Architekten. [Basilea] Suiza.
Premio Europeo de Vivienda Colectiva en la categoría de renovación.
Este proyecto consistió en la reconversión de un edificio de almacenamiento de vino en 64 apartamentos, un café-bar, un espacio comercial, habitaciones, un espacio colectivo, una terraza en la azotea, salas de ensayo de música, parking y aparcamiento para bicicletas. El jurado destacó:
«El proyecto demuestra que los edificios ordinarios y utilitarios poseen valor y pueden ser el soporte de nuevos proyectos creativos que aporten algo bueno a la vecindad y a la ciudad. Aporta no sólo calidad sino también más vida.
Es sostenible en lo más fundamental, gracias a la reutilización de la estructura existente en hormigón, un aspecto a tener muy en cuenta en la balanza de la reducción de emisiones de carbono. Esta estructura existente se complementa con una nueva construcción que da cuerpo y una nueva identidad y vida al lugar.
En cuanto a la arquitectura, muestra una nueva forma de vivir, así como la imaginación necesaria para reinventar una estructura existente. Muestra que gracias a la transformación de lo ya existente se puede crear una vivienda nueva de calidad que desafía las tipologías estándar. En cuanto a la infraestructura colectiva del edificio, este cuenta con espacios colectivos que celebran y facilitan la vida en común».

Reconversión de un antiguo almacén de vino por Esch Sintzel Architekten. Fotografía por Paola Corsini.
«Park Hill Phase 2» por Mikhail Riches. [Sheffield] Reino Unido.
Mención especial categoría renovación.
El proyecto consiste en la segunda fase de la rehabilitación de un bloque de viviendas brutalista de 1960, finalizado en 2022. La propuesta se centró en repensar algunas de las tipologías existentes que habían resultado menos populares y mejorar el rendimiento térmico, conservando de la mayor parte del tejido del edificio. El jurado destacó que este trabajo interviene de manera ejemplar en viviendas sociales patrimoniales, y se esfuerza por mantener el estatus de vivienda social, al tiempo que mejora la calidad y la sostenibilidad.

«Park Hill Phase 2» por Mikhail Riches. Fotografía por Tim Crocker.