Por debajo de rasante, se sitúa el centro de día y los servicios de la residencia, que consigue iluminación y ventilación natural gracias a la pendiente de la topografía, que mediante diferentes taludes y bancales tienen acceso a los jardines, patios ajardinados y las plazas interiores.
Descripción del proyecto por Burgos & Garrido
El proyecto materializa los conceptos contemporáneos sobre alojamiento para personas mayores. Su arquitectura, de atmósfera y escala doméstica, combina espacios interiores de distintas escalas y grados de privacidad con espacios exteriores ricos y cualificados que construyen un lugar con identidad propia, un entorno confortable para vivir.
Una ubicación privilegiada
El sitio, ubicado en la frontera entre la población de Los Llanos de Aridane y un hermoso paisaje de cultivos, disfruta de la proximidad del vecindario y el paisaje imponente de la falda suroeste de La Caldera. Forma parte de un tejido suburbano discontinuo, en proceso de formalización, que establece la transición entre la fábrica urbana compacta de calles y plazas del casco y la geometría agrícola del campo. El proyecto asume esa condición disgregada, pero propone una agrupación que genera espacios intermedios cualificados. Los volúmenes se agrupan alojando entre ellos espacios ajardinados que se inspiran en el paisaje inmediato. Arquitectura y naturaleza se entrelazan para materializar un nuevo concepto de alojamiento para mayores.
El perímetro de la parcela se ajusta en función del tamaño de las calles Retamas y camino de los Salados. La primera se amplía según las dimensiones previstas en el pliego. La segunda consolida su pequeña escala en el nuevo trazado. Se plantea como una calle de coexistencia, sin apenas otro tráfico que el de aproximación al nuevo centro con espacios de aparcamiento para autobuses frente al acceso del centro de día y desembarco de vehículos privados en el acceso a la Residencia.
Organización de los usos
El programa de necesidades se organiza en ocho volúmenes cúbicos articulados dos a dos. Cada uno de ellos corresponde con una Unidad de Convivencia, y la articulación entre pares aloja los diversos espacios colectivos, que pueden ser utilizados de manera independiente o conjunta entre cada dos Unidades. La disposición de las piezas en el lugar se acomoda al perímetro y la pendiente, de manera que se generan entre ellos múltiples y variados espacios exteriores que se encadenan a través de recorridos accesibles. Las dependencias de servicio de la Residencia y el Centro de Día, sacan provecho de la topografía para tomar luces en sus diferentes fachadas o a través de patios manteniendo la altura del conjunto en las tres plantas.
Unidades de Conviviencia
Las UC se sitúan enteramente sobre rasante, en volúmenes de tres plantas que ocupan una posición escalonada que acompaña la topografía de la parcela. Diversas plataformas y rampas accesibles resuelven los caminos accesibles entre ellas.
Centro de día y espacios de servicios
Tanto el centro de día como los servicios de la residencia se sitúan por debajo de las rasantes de las calles. El tratamiento de la topografía, con taludes en el perímetro y bancales en el interior, garantizan una óptima iluminación natural de sus espacios, que ofrecen fachadas a los jardines y placitas interiores o a pequeños patios ajardinados.
Aparcamiento, servicios y capilla
El aparcamiento se organiza en una sola planta que conecta todas las Unidades de Convivencia. Con acceso desde la calle Retamar, se ubica en la zona más baja de la parcela, evitando grandes excavaciones y muros de contención profundos. En su lado oeste, con fachada a un jardín, se ubican la capilla y la Sala de Despedida.
Un jardín compartido
Se ha dedicado una especial atención a los espacios exteriores, que son de extraordinaria importancia para las personas mayores y doblemente valiosos en un clima único como el de la isla.
Los jardines componen una secuencia variada, de distinto carácter. El acceso a la Residencia se produce a través de un patio pavimentado, con un gran drago en el centro y un banco circular en el que compartir un rato con una visita. A continuación, y en una secuencia descendente, se encuentra un patio de actividades, en el que organizar una pequeña fiesta o una proyección al aire libre. El patio inferior, alargado y con vistas abiertas al exterior, al sur y el oeste, es un lugar perfecto para caminar y descansar al sol. Está cruzado por un sendero sinuoso que se extiende hasta otro perimetral que completa un recorrido circular completamente accesible.
El contacto de los jardines con las calles tiene un carácter diferente en cada caso. Hacia Retamar y en el extremo este del Camino de los Salados, un juego de taludes abraza las edificaciones y reduce las alturas de éstas hasta los límites que establece la ordenanza. Hacia el sur, un jardín horizontal que amplía la acera acompaña a los accesos al centro de Día y la Residencia. Y en el suroeste, la valla vegetal se adelanta hasta el borde de la acera y ocupa la esquina del solar.