La propuesta arquitectónica supuso una interesante investigación, para encontrar una solución técnica y un lenguaje formal que permitiese tratar la envolvente del edificio como un todo. La materialización de esta abstracción implicó la creación de una doble piel metálica de aluminio anodizado que envuelve el edificio, otorgándole una nueva imagen urbana y a la vez, permitiéndole reducir la incidencia de la radiación solar y optimizar así el confort de los ocupantes.
La modulación de la malla está proyectada para ser vista a dos escalas: desde una visión cercana y desde una lejana. Percibida desde lejos como una gasa evanescente, a medida que el observador se cerca emergen los detalles, y cada elemento funciona como un píxel en una imagen general.
Rehabilitación de un edifico de oficinas por DCA. Fotografía por Guillaume Guerin.
Rehabilitación de un edifico de oficinas por DCA. Fotografía por Guillaume Guerin.
Descripción del proyecto por DCA
El edificio, desprovisto de sus habituales parámetros de lectura arquitectónica, se afirma como una escultura y aspira a convertirse en un nuevo hito en el distrito.
El proyecto consiste en la rehabilitación integral de un edificio de oficinas independiente que forma parte de un gran complejo formado por equipamientos, viviendas y locales comerciales. Es un notable ejemplo de urbanismo sobre losa, firmado por Claude Le Goas, urbanista de la ciudad de Montreuil de 1958 a 1990. Formalmente, las oficinas se encuentran en una situación singular: una estructura cúbica superpuesta sobre un anillo de locales comerciales, su volumen dicta la topografía particular del sitio y, paradójicamente, asumen una presencia más fuerte y notable que las torres residenciales circundantes.
Las oficinas son el centro, todo el tiempo, y desde cualquier punto, incluso cuando las torres se pierden de vista. Las oficinas constituyen así un símbolo y referente para el distrito. Su rehabilitación brinda la oportunidad de consolidarlos como un hito que simboliza la renovación del distrito.
Rehabilitación de un edifico de oficinas por DCA. Fotografía por Guillaume Guerin.
Nuestro enfoque consistió en encontrar un lenguaje que nos permita tratar la envolvente como un todo, sin concretar los elementos arquitectónicos. Antepechos, marcos o incluso la lectura de los pisos se desvanecen para permitir crear una propuesta abstracta. La materialización de esta abstracción implica la creación de una doble piel que envuelve el edificio. Hemos propuesto una doble piel metálica de aluminio anodizado, concebida y proyectada como una estructura tejida que permite controlar la incidencia de la radiación solar durante todo el año, optimizando así el confort de los ocupantes.
La modulación de la malla está proyectada para ser vista a dos escalas: desde una visión cercana y desde una lejana. Percibida desde lejos como una gasa evanescente, a medida que el observador se cerca emergen los detalles, y cada elemento funciona como un píxel en una imagen general.