Como parte de las cultura asiática, Dexin Chen y Zixuan Zhang muestran que el nombre de una persona tiene un profundo significado simbólico, que refleja su herencia e identidad. En las sociedades occidentales, sin embargo, los individuos chinos a menudo enfrentan desafíos para mantener sus tradiciones culturales de nombres. Las tensiones culturales pueden crear conflictos de identidad, que requieren atención y comprensión.
En el contexto de las interacciones interculturales, tener un nombre asiático generalmente significa que uno debe experimentar una sensación de tensión cultural, alienación y, a veces, discriminación en la sociedad occidental, ya que los nombres extranjeros con frecuencia se pronuncian mal debido a la exposición limitada al idioma, la cultura, o simplemente una falta de conciencia y sensibilidad. Anglicanizar un nombre asiático puede ser brutal ya que los ritmos, las formas y los significados se cortan en el proceso.
Elemento visual «My Name is A Painting and A Melody», fotografía cortesía de Dexin Chen y Zixuan Zhang.
Para abordar este problema, se ha desarrollado el proyecto «My Name Is A Painting And A Melody», con el objetivo de crear conciencia sobre la mala pronunciación de los nombres chinos nativos. El proyecto tiene como objetivo arrojar luz sobre la naturaleza tridimensional del idioma chino, que abarca caracteres bidimensionales y notas y tonos tridimensionales.
Al proporcionar una representación visual de la fonética de los apellidos chinos, los espectadores pueden obtener una comprensión integral de su pronunciación correcta. El proyecto, que recientemente recibió el premio de bronce en los Design Educates Awards, es una campaña para resistir la violencia de tratar los nombres chinos con descuido y abrazar la singularidad de los caracteres de los apellidos chinos, que se consideran metafóricamente como una combinación de pintura y melodía.
Elemento visual «My Name is A Painting and A Melody», fotografía cortesía de Dexin Chen y Zixuan Zhang.
Cuentan con una plataforma digital que permite a las personas aprender las pronunciaciones y generar carteles en movimiento que pueden usar para celebrar sus identidades. El proyecto utiliza un afiche cautivador que presenta los caracteres chinos desde dos perspectivas. Una vista de arriba hacia abajo, la «pintura», revela la forma de los personajes, mientras que una vista frontal muestra la «melodía», el movimiento de sus radicales, que se basa en un sistema de visualización creado según los tipos de iniciales, vocales y tonos del personaje.
Cuando se lee incorrectamente, el carácter pierde su forma y se vuelve irreconocible. A través de la animación y la transformación de los radicales extruidos, el póster muestra de manera efectiva las pronunciaciones correctas e incorrectas de los personajes. Este enfoque interactivo destaca la importancia de mantener la precisión cultural y lingüística.
Cartel «My Name is A Painting and A Melody», fotografía cortesía de Dexin Chen y Zixuan Zhang.
La iniciativa tiene como objetivo fomentar la comprensión y el aprecio por el patrimonio cultural y los matices lingüísticos integrados en los apellidos chinos. Al fomentar la pronunciación correcta, el proyecto se esfuerza por cerrar la brecha entre culturas y promover el entendimiento mutuo. Invita a las personas a embarcarse en un viaje de celebración de la diversidad, preservación de la identidad cultural y garantía de que el nombre de cada persona sea debidamente reconocido.
Las personas con nombres chinos se enfrentan a una serie de desafíos en las sociedades occidentales. En este proyecto, se reconoce la importancia de la sensibilidad cultural en la promoción de entornos inclusivos. En última instancia, el proyecto se esfuerza por garantizar que el nombre de cada individuo sea debidamente reconocido, celebrado y valorado en diversas sociedades.
En el contexto de las interacciones interculturales, tener un nombre asiático generalmente significa que uno debe experimentar una sensación de tensión cultural, alienación y, a veces, discriminación en la sociedad occidental, ya que los nombres extranjeros con frecuencia se pronuncian mal debido a la exposición limitada al idioma, la cultura, o simplemente una falta de conciencia y sensibilidad. Anglicanizar un nombre asiático puede ser brutal ya que los ritmos, las formas y los significados se cortan en el proceso.
Elemento visual «My Name is A Painting and A Melody», fotografía cortesía de Dexin Chen y Zixuan Zhang.
Para abordar este problema, se ha desarrollado el proyecto «My Name Is A Painting And A Melody», con el objetivo de crear conciencia sobre la mala pronunciación de los nombres chinos nativos. El proyecto tiene como objetivo arrojar luz sobre la naturaleza tridimensional del idioma chino, que abarca caracteres bidimensionales y notas y tonos tridimensionales.
Al proporcionar una representación visual de la fonética de los apellidos chinos, los espectadores pueden obtener una comprensión integral de su pronunciación correcta. El proyecto, que recientemente recibió el premio de bronce en los Design Educates Awards, es una campaña para resistir la violencia de tratar los nombres chinos con descuido y abrazar la singularidad de los caracteres de los apellidos chinos, que se consideran metafóricamente como una combinación de pintura y melodía.
Elemento visual «My Name is A Painting and A Melody», fotografía cortesía de Dexin Chen y Zixuan Zhang.
Cuentan con una plataforma digital que permite a las personas aprender las pronunciaciones y generar carteles en movimiento que pueden usar para celebrar sus identidades. El proyecto utiliza un afiche cautivador que presenta los caracteres chinos desde dos perspectivas. Una vista de arriba hacia abajo, la «pintura», revela la forma de los personajes, mientras que una vista frontal muestra la «melodía», el movimiento de sus radicales, que se basa en un sistema de visualización creado según los tipos de iniciales, vocales y tonos del personaje.
Cuando se lee incorrectamente, el carácter pierde su forma y se vuelve irreconocible. A través de la animación y la transformación de los radicales extruidos, el póster muestra de manera efectiva las pronunciaciones correctas e incorrectas de los personajes. Este enfoque interactivo destaca la importancia de mantener la precisión cultural y lingüística.
Cartel «My Name is A Painting and A Melody», fotografía cortesía de Dexin Chen y Zixuan Zhang.
La iniciativa tiene como objetivo fomentar la comprensión y el aprecio por el patrimonio cultural y los matices lingüísticos integrados en los apellidos chinos. Al fomentar la pronunciación correcta, el proyecto se esfuerza por cerrar la brecha entre culturas y promover el entendimiento mutuo. Invita a las personas a embarcarse en un viaje de celebración de la diversidad, preservación de la identidad cultural y garantía de que el nombre de cada persona sea debidamente reconocido.
Las personas con nombres chinos se enfrentan a una serie de desafíos en las sociedades occidentales. En este proyecto, se reconoce la importancia de la sensibilidad cultural en la promoción de entornos inclusivos. En última instancia, el proyecto se esfuerza por garantizar que el nombre de cada individuo sea debidamente reconocido, celebrado y valorado en diversas sociedades.