La tribuna norte es restaurada ya que está declarada Bien de Interés Cultural. El resto de las tribunas diseñadas con diferentes inclinaciones y creadas por la composición de elementos repetitivos y regulares se basan en un diagrama de crecimiento en el tiempo, pudiéndose ampliar posteriormente.
Es un proyecto abierto, que aumenta su capacidad a través de la fragmentación de sus formas, permitiendo que mejore la ventilación en el centro deportivo y a la vez generando una escala menor, que también sirve para integrarlo amablemente en su entorno.
Descripción del proyecto por El Equipo Mazzanti
El estadio Romelio Martínez es el actual estadio municipal de Barranquilla, de mayor antigüedad como escenario de fútbol profesional en la ciudad, y sede antigua de los clubes barranquilleros más representativos en la categoría primera B colombiana.
Debido a la época de construcción y características arquitectónicas de la tribuna llamada “sombra”, la cual corresponde a la tribuna norte, el estadio fue declarado Bien de Interés Cultural de carácter nacional (BIC).
Sin embargo, el escenario no cumple con las normas actuales para celebrar eventos deportivos, por el área de apoyo y patologías de construcción (camerinos, zona mixta, administración del estadio y del evento, servicios públicos (baños y comercio), evacuación, normas NSR-10 y NTC-1500, entre otras). Especialmente el campo de juego, el cual determina la disposición de las graderías, está orientado oriente-occidente, contrario a la orientación recomendada por la FIFA (norte-sur) que garantiza el confort visual de los jugadores, teniendo en cuenta el recorrido del sol.
Con la intención de habilitar el Romelio Martínez, y sumarlo a los escenarios deportivos acreditados para los Juegos Centroamericanos y del Caribe, se propone restaurar la tribuna de carácter patrimonial, orientar correctamente el campo de juego, dotar de áreas suficientes para celebrar los eventos deportivos, y renovar el espacio público adyacente al estadio.
En la propuesta del equipo de diseño, se reconoce la importancia del edificio existente, representativo de una época de arquitectura en Colombia (tribuna sombra), y teniendo en cuenta los valores originales del edificio, se propone una distribución nueva al interior, que permita tanto al público de los eventos, como a visitantes interesados, apreciar su arquitectura.
La implantación del campo de juego se diseña con la debida orientación norte-sur, con una ligera inclinación de 9° hacia occidente, para la correcta visual de los espectadores que se ubiquen en la tribuna norte (“sombra”). Con esta nueva orientación, se ubican unas tribunas diseñadas con los estándares exigidos por norma para escenarios deportivos, y se distribuye el programa de apoyo al evento deportivo en el área útil bajo las graderías.
Finalmente la topografía resultante del espacio liberado por las tribunas antiguas, arroja una diferencia de altura importante, aproximadamente nueve metros entre la parte más alta y la más baja del lote, siendo la cancha un nivel intermedio entre ambas, lo cual se aprovecha en el diseño para integrar el espacio público liberado y existente con el programa deportivo, generando graderías al exterior del estadio, zonas para entrenamiento al aire libre y áreas de apoyo como locales de comercio, servicios públicos, etc., sumado a nuevas zonas verdes que permiten integrar de manera controlada, visualmente el espacio público con el estadio.