"She stood paralysed, frozen in front of a wall of immaculate drawings of impossibly elaborate visions: airships dragging contraptions across moon-rock landscapes, fleets of hover vehicles gliding to and fro. It could have been the storyboard for the next 3D superhero extravaganza from Marvel Studios – but it was in fact the final diploma project of a student at one of the UK's leading architecture schools.
The question I had asked, which sent the student into dumbfounded shock, was: "Why have you done it? What does it mean?"
It is a mystery that has recurred in recent weeks, as I've sat on panels of external critics at a range of schools, watching students present their projects for feedback. It has been an illuminating experience, seeing the mesmerising display of graphic ability and modelling skills – but not one without frustrations...."
[Oliver Wainwright's article continues in his column in The Guardian].
[Spanish] Congelados y paralizados también parece que están o estamos los arquitectos españoles desde que se anunciase la famosa LSP. Las instituciones no respondieron o simplemente se habían quedado paralizadas. Cuando en abril se aprobó su tramitación, y todos quedaron al descubierto, a más de uno casi le dió un "síncope" pues habían dicho que estaba paralizada, otros estuvieron al borde de un ataque de nervios porque había elecciones en puertas, y hoy sin ir más lejos se publica un artículo en el periódico El País con el siguiente titular "Arquitectos contra Guindos" que no dice nada sobre qué están haciendo los representantes de los arquitectos que no hayamos contado ya desde enero, ni se plantea alguna acción, ni se presenta alguna alternativa, simplemente se dice que se está "en contra".
¿Qué ha ocurrido para que estemos en esta situación? Es cierto lo que comenta Jordi Ludevid,"la Arquitectura, en el mundo, habla español. ¿Acaso vamos tan sobrados como para no proteger lo que tenemos?”, pero con igual contundencia hay que decir que los arquitectos españoles se han quedado congelados y paralizados, en cierto grado ensimismados y creyendo que era imposible que algo que tenía esta repercusión mundial pudiese derrumbarse. La realidad es que sí, que la Arquitectura se defiende día a día, que no basta con entregarle libros al Ministro donde se explica qué es la Arquitectura, ni basta que se califique de éxito la Semana de la Arquitectura porque hubiesen asistido 15.000 personas, no entro en que seguro que las cifras se han redondeado, pero incluso una cifra así es escandaloso que se presente como un logro en una ciudad con 3.5 millones de personas y una Comunidad de más de 5 millones.
Congelados dirigentes que se conforman con repercusiones de esa índole. El abismo del que habla Oliver Wainwright en el artículo citado al inicio de esta reflexión, lo alejada que puede estar la educación de la arquitectura de la realidad en el Reino Unido y cómo su conexión con la realidad parece perdida, no es algo que nos deba resultar lejano (ya he hablado en otras ocasiones de Bolonia, por cierto recomiendo un pequeño librito que un amigo me ha pasado "Bolonia no existe. La destrucción de la Universidad Europea", de la editorial Hiru). En España estamos muy cerca de esa situación y para salir de este estado de aletargamiento no hay que buscar culpables, se trata de encontrar respuestas a un despropósito como la LSP, de descongelarnos, de generar propuestas, de hacerle ver al ministro que está "desnudo" por mucho que le digan sus cercanos que va vestido.
...Que si la Arquitectura es esto o es lo otro está bien pero no es suficiente, hay que generar la ilusión no solo del colectivo sino de la sociedad, hay que defender que en la balanza la Arquitectura española es "marca España" y eso nos ayuda a todos. Dejémonos de cuitas entre los arquitectos, de individualismos, de castillos en el aire. Arremangémonos y miremos hacia fuera, unamos a más, a todos, reaccionemos que esto es cosa de toda una sociedad.