Las condiciones de trabajo en estas minas eran particularmente duras, en condiciones muy húmedas, donde los trabajadores respiraban las partículas radiactivas en suspensión que pudieran existir.
Después del proceso de descontaminación química y radiológica de los edificios, le correspondió al
estudio Orgânica rehabilitar los edificios de la planta de Tratamiento Químico, de trituración y de la pasarela, junto con el complejo de transformación y tratamiento del uranio, remontándose a la época de su construcción e invenciones; y, al mismo tiempo, ejecutar su transformación funcional.
El proyecto planteado por
Organica, se centró en dos objetivos complementarios: desnudar las paredes y techos de los edificios industriales para exponer la estructura de acero, la red de instalaciones, las máquinas, los dispositivos y los diferentes mecanismos que los ocupan, dejando al descubierto su organización. A continuación, se incorporó una carcasa que funciona como una armadura protectora, que sirve para filtrar la luz desde el exterior, pero dejando respirar los interiores.
Esta cubierta destaca por los conjuntos de bandas de láminas negras que doblan la luz en el exterior, mientras que la parte que pasa por sus intervalos imprime a los espacios y objetos una cierta atmósfera de silencio que despierta emoción. De día los edificios se destacan negros y pesados, y de noche, ligeros y diáfanos.
«Este proyecto significó un encuentro inesperado con recuerdos de las antiguas Minas de Uranio de Urgeiriça". Y añade: "A través de la arquitectura, quiero dejar un abrazo sentido y un justo homenaje a los mineros, y espero que sirva para reparar el duro legado de esta actividad que todavía se manifiesta allí.»
Paulo Serôdio
La mala gestión inglesa lleva a Salazar a adueñarse de la propiedad de la empresa y crear la Junta de Energía Nuclear. Después de la revolución del 25 de abril, cambia su nombre a Empresa Nacional de Uranio. En la década del 50, empleaba a unos 1.500 trabajadores, pero a finales de la década del 80 sólo había poco más de 350. Las minas cerraron en 2004.
La actividad minera ha tenido en este territorio un impacto brutal en la salud de los mineros y en el tejido social circundante que aún existe.
