
MCEA asumió la orientación como uno de los retos del proyecto, con el fin de minimizar las ganancias térmicas en las épocas calurosas. Por ello, optaron por fachadas compuestas por tres planos: en primer lugar, la envolvente del edificio; un segundo plano vertical, separado 1,90 metros del anterior, actúa como protección extra; el tercero es un conjunto de planos horizontales, compuestos por las terrazas y celosías que filtran la luz y proporcionan mayor privacidad entre viviendas.
Este sistema de fachada dota de dinamismo al proyecto: el juego de luces y sombras, en continuo cambio a lo largo del día, junto con el empleo del plano de protección por parte de los usuarios, dota al edificio de detalles que reflejan el flujo de la vida que se da en su interior.

138 viviendas, espacios comunes y garajes por MCEA. Fotografía por David Frutos Fotografía de Arquitectura.
Descripción del proyecto por MCEA
El proyecto, que consta de 138 viviendas inicialmente concebidas para alquiler y distribuidas en 12 plantas más ático, se sitúa en las dos parcelas centrales de un conjunto lineal de 4, por lo que dispone únicamente de 2 fachadas con orientación este y oeste respectivamente. Esta configuración y orientación de las parcelas se convierte en uno de los hilos directores del diseño del proyecto con el objeto de minimizar las ganancias térmicas en las épocas calurosas.
Por ello, y para optimizar el comportamiento energético de la edificación, se ha diseñado un sistema de fachada compuesto por tres planos: a) por un lado, el plano vertical de la propia alineación de fachada, en el que se sitúa la envolvente térmica de la edificación; b) por otro lado, un segundo plano vertical configurado por un sistema de protecciones solares móviles que se sitúa a 1,90 m del anterior y cuya función principal es la de bloquear la radiación solar en los momentos en los que ésta presenta mayor componente horizontal para ofrecer una protección extra a la envolvente térmica, y; c) un plano horizontal dispuesto en cada una de las plantas en el que se alternan partes opacas (terrazas) y partes permeables al paso de luz (celosías) con una función doble: por un lado, tamizar el paso de luz y, por otro, tamizar la visión entre terrazas de distintas plantas con el objeto de dotarlas de mayor nivel de privacidad.

Este sistema de fachada compuesto por los tres planos antes descritos se concibe como un sistema dinámico en permanente cambio en base a dos parámetros principales: por un lado, la cambiante incidencia solar que define un juego de luces que evoluciona a lo largo del día y, por otro, la activación de las protecciones solares verticales por parte de los usuarios de las viviendas, confiriendo una mayor o menor presencia del segundo de los planos verticales de los que se compone la fachada.
La distribución de las viviendas se realiza mediante la alternancia de tipologías simétricas en plantas pares e impares, tratando de conseguir la mayor optimización de superficies construidas para dotar al conjunto de una mayor proporción de zonas y espacios comunes.
Estas zonas comunes que completan el programa de viviendas se sitúan en la planta baja y semisótano de la edificación, en las que se incluyen usos como piscina, zona deportiva y zona de juegos exterior cubierta o zona deportiva interior. Los usos de garajes y trasteros se sitúan en las 3 plantas sótano de las que dispone la edificación.