El hormigón amplifica esta metáfora del fuerte rodeado por la naturaleza: se expone la arquitectura masiva, pensada y creada por el hombre, en contraste con el entorno natural, ajeno a la intervención humana.
Descripción del proyecto por Kazunori Fujimoto
La casa en Mukainada se encuentra en lo alto de un antiguo cabo, que tiene una diferencia de altura de 20 metros con respecto al nivel del mar y tiene vistas a la bahía de Hiroshima.
En el pasado, el litoral llegaba al pie de este cabo. Pero después de la recuperación de la tierra que comenzó hace 40 años, el paisaje circundante ha comenzado a cambiar su apariencia. La montaña detrás se desarrolló como una nueva zona residencial, pero solo este sitio permanece como solía ser.
Una casa en forma de fuerte adaptada a la topografía del cabo es la idea detrás del proyecto. Los gruesos muros brindan una sensación de seguridad en el espacio interior ante la posibilidad de desastres naturales. Sin embargo, al mismo tiempo, la sensación de amplitud la proporciona la amplia zona de la azotea y las generosas proporciones de los espacios interiores.
Además, la materialidad y el sentido de presencia propios de la arquitectura de las fortalezas, cuando se inserta en la naturaleza, la llevan a cambiar el paisaje circundante y elevarlo a un nuevo sentido de belleza.
Como arquitecto, tenía la intención de crear un entorno de vida que pudiera percibirse como su Genius Loci sin estar influenciado por las características espaciales de las nuevas áreas residenciales. La pared inclinada tiene 1,3 metros de espesor en la parte inferior. Quería hacer este muro con una estructura de hormigón no reforzado, como un muro de contención tipo gravedad, para darle racionalidad a la forma y estructura.
El fuerte se usó como metáfora, pero el propósito no era la forma del fuerte en sí. Las posibilidades de la arquitectura se ampliarán al incorporar el potencial de las ruinas y las estructuras de ingeniería civil a la arquitectura. Nuevos paisajes y entornos de vida, entretejidos con dicha arquitectura y naturaleza, se derivan de la topografía del cabo.