El Groot Handelsgebouw (GHG) es probablemente el mayor ícono de la reconstrucción de Róterdam. Tras el bombardeo como consecuencia de la ocupación, se perdieron aproximadamente 388.000 m² de espacio comercial. Esto fue el motivo para comenzar el desarrollo del que sería el edificio más grande de los Países Bajos en la época.
Siguiendo con el ímpetu que caracterizó todo el proceso de reconstrucción, el edificio comenzó a proyectarse poco después de la liberación de 1945, con la intención de no perder tiempo y evitar así que los comercios optaran por mudarse a otras grandes zonas urbanas como Ámsterdam.
La empresa nació del acuerdo entre varias partes (empresas comerciales mayoristas, la Cámara de Comercio y el Gobierno Nacional) que creían que las nuevas proporciones de la ciudad debían de reflejarse en su arquitectura, de ahí que contactaran con Huig Maaskant, quien ya contaba con dos edificios similares en su haber (aunque de menor escala) en las ciudades de Oostzeedijk y Goudsesingel, para proyectar un gran edificio comercial que pudiera alojar el máximo número de empresas con el menor coste de construcción.
Maaskant, que en aquel momento tenía montada su oficina con Willem van Tijen, bebió de las obras que había visitado años antes en Chicago como el Merchandise Mart, un gigante proyectado en estilo Art Decó y realizado por Graham, Anderson, Probst & White, oficina originalmente fundada por Daniel Burnham.
El edificio es hasta hoy uno de los mayores exponentes del brutalismo holandés, que más allá de cualquier dilema formal, seguía manteniendo los clásicos preceptos de la Nueva Objetividad, de la que Maaskant y van Tijen habían sido grandes defensores y representantes.
Sobre una parcela longitudinal, ligeramente quebrada hacia el centro, el programa se organizó en un área de 220 por 85 metros, repartida entre nueve niveles con estructura de hormigón armado realizado in situ. Las plantas del edificio, ordenadas bajo esta estructura con luces de casi siete metros, favorecían la adaptabilidad de usos y la intercambiabilidad que pudiera haber entre las diferentes empresas ocupantes.
«El enorme coloso de hormigón, que ahora domina por completo el centro debido a su tamaño, es esencialmente un edificio absolutamente comercial. Siempre es el lugar de trabajo del hombre de negocios siempre ocupado. Sus líneas limpias hablan de sobriedad y sentido de la realidad.»
Van idee tot werkelijkheid, 1953.
El recorrido por la obra es sin duda extraordinario. Tras ingresar por uno de los cinco accesos distribuidos en todo su frente, nos topamos con unos amplios vestíbulos soportados por pilares octogonales de hormigón visto, bañadas por la luz que ingresa tamizada por los parasoles prefabricados de hormigón de la fachada. Desde allí se puede acceder hacia alguno de los tres patios que interrumpen el volumen en todos sus niveles. Ahí también se encuentra la calle interna, una vía de movilidad de aproximadamente un kilómetro de desarrollo entre las tres primeras plantas que ayudaba a abastecer los más de 150 comercios que albergaba en su inauguración, atravesando al edificio mediante arcos y túneles, como si de una pequeña urbe comercial se tratase.
Mientras se accede a la parte superior, podemos ir viendo los aterrazamientos entre niveles que dan lugar a pequeños jardines que decoran las fachadas internas del edificio, incluyendo los cuatro apartamentos ubicados en el séptimo nivel (y donde aún hoy sigue viviendo Els Stolk, única residente del edificio desde 1962), para finalmente rematarlos con una terraza accesible desde donde ver toda la ciudad y que, en aquel entonces, alojaba la sala de cine Kriterion, ubicada sobre la fachada orientada hacia la que hoy es la Plaza de la Estación.
«La formación del coloso de hormigón en las inmediaciones de la Estación Central formó la parte más espectacular de la carretera que conduciría al bastión de los mayoristas de Rotterdam. No se veía nada de la frágil red de financiación, ni de las preocupaciones de explotación, pero el levantamiento del encofrado interminable, la elevación de las masas de hormigón, la ajetreada actividad alrededor y en un edificio complicado de dimensiones sin precedentes, todo el mundo podía verlo con tus propios ojos.»
Leo Ott - Van luchtkasteel tot koopmansburcht.
Entre su inauguración por parte de la reina Juliana en 1953 y 1970, el edificio mantuvo sus funciones sin mayores cambios. Pero precisamente este último año fue cuando sucedió uno de los grandes incendios que han afectado a la ciudad, esta vez originado en el Groot Handelsgebouw. Esto no solo afectaría a los usos del edificio y causaría el desplazamiento de muchos comercios hacia la periferia de la ciudad, sino que también generaría el ocaso funcional del edificio, que se saturaría de oficinas en los noventa, pero que con el uso y la falta de mantenimiento perdería el esplendor de aquel bastión de la reconstrucción de posguerra.
En octubre de 1991, en un intento por recuperar la memoria del icónico edificio, la obra de Maaskant y van Tijen fue reconocida como monumento histórico municipal, para diez años más tarde, en el aniversario de sus cincuenta años de vida, comenzar con un proceso de renovación total a cargo del estudio de J. van Stigt, que finalizaó en 2005, y que sería también potenciado por la transformación del centro de Róterdam, con la creación de la nueva estación de Rotterdam Centraal por Benthem Crouwel, MVSA y West 8.
Un año más tarde, Tak Architecten recibiría el encargo del mantenimiento y la supervisión del edificio, para controlar los ajustes durante el cambio de inquilinos y asesorar sobre el mantenimiento del edificio, y así evitar que aquello que sucedió en los noventa volviese a pasar.
De ahí en adelante, el Groot Handelsgebouw ha alojado gran cantidad de funciones y eventos que han devuelto la vida al edificio y al particular entorno que lo rodea. Entre las más destacadas podemos mencionar Las escaleras a Kriterion, la intervención temporal de los roterdameses MVRDV en 2016. Una colosal escalera de 29 metros de alto y 59 de largo, que conectaba la Stationsplein con la terraza del edificio construida con andamios en honor a los 75 años de la reconstrucción de la ciudad, y que convocó a más de 350.000 visitantes que disfrutaron de las vistas de la renovada localidad.
NOTAS.-
1- Frase del panfleto de promoción del edificio «Van idee tot werkelijkheid» (De la idea a la realidad), publicado por Groothandelsgebouw N.V. en 1993.
2- OTT, Leo (1969) Van luchtkasteel tot koopmansburcht: In opdracht van de Raad van commissarissen der Groothandelsgebouwen N. V., P. 34. Rotterdam: Nijgh & Van Ditmar.
2- OTT, Leo (1969) Van luchtkasteel tot koopmansburcht: In opdracht van de Raad van commissarissen der Groothandelsgebouwen N. V., P. 34. Rotterdam: Nijgh & Van Ditmar.
BIBLIOGRAFÍA.-
-ZULSTRA, Hielkje. (2018). «Het unieke Groothandelsgebouw in Rotterdam. Monumenten». 12-’02, pp. 7-11. Países Bajos.
-DORMAN, Ewout et al. (2004). «De Lijnbaan. Cultuurhistorische verkenning van het Lijnbaan ensemble». Países Bajos: CRIMSON.
-PROVOOST, Michelle. (2011). «Hugh Maaskant, Architect of Progress. Capítulo 5. Architecture of Genius and Bureaucracy. De verzamelgebouwen 1939-1960». Pp. 64-93. Países Bajos: NAI Uitgevers.
-OTT, Leo. (1969). «Van luchtkasteel tot koopmansburcht: In opdracht van de Raad van commissarissen der Groothandelsgebouwen N. V.». Rotterdam: Nijgh & Van Ditmar.
-DORMAN, Ewout et al. (2004). «De Lijnbaan. Cultuurhistorische verkenning van het Lijnbaan ensemble». Países Bajos: CRIMSON.
-PROVOOST, Michelle. (2011). «Hugh Maaskant, Architect of Progress. Capítulo 5. Architecture of Genius and Bureaucracy. De verzamelgebouwen 1939-1960». Pp. 64-93. Países Bajos: NAI Uitgevers.
-OTT, Leo. (1969). «Van luchtkasteel tot koopmansburcht: In opdracht van de Raad van commissarissen der Groothandelsgebouwen N. V.». Rotterdam: Nijgh & Van Ditmar.