La planta baja de doble altura permite generar un contraste con la verticalidad generada en el resto de plantas, sirviendo como espacio público que aspira a ser parte de la ciudad y se abre a ella con grandes ventanales de suelo a techo. Todas las viviendas del edificio cuentan con un espacio exterior privado, a través del cual se teje un vínculo de respetuoso que sirve de transición respetuosa hacia el bario, entre interior y exterior, naturaleza y ciudad, privado y público.
Torre residencial de madera de Moreau Kusunoki Architectes. Fotografía por Maris Mezulis.
Descripción del proyecto por Moreau Kusunoki Architectes
El proyecto de la torre de madera de 50 metros de altura partió de un profundo conocimiento del lugar y de su designación como nuevo centro residencial en el extremo sureste de París. En la intersección de múltiples flujos, redes y escalas, el proyecto equilibra lo monumental y lo doméstico.
La retícula, legible en la fachada, surge de la idea de muro habitado y se utiliza como filtro para mantener a distancia el creciente entorno urbano densamente construido. El diseño del marco y sus proporciones derivan tanto de una necesidad estructural como de la voluntad de enfatizar la verticalidad del edificio. Dar proporciones más largas a la fachada le permite estar a la altura de las grandes alturas que la rodean y participar plenamente en este paisaje monumental. En contraste con este enorme e introvertido muro habitado, existe la base transparente, un espacio público que aspira a ser parte de la ciudad y se abre a ella.
La atención prestada a la materialidad de la madera carbonizada y preenvejecida también se puede encontrar en el cuidado prestado a la distribución de las unidades residenciales. Todos cuentan con un espacio exterior privado, a través del cual se teje un vínculo discreto y respetuoso entre interior y exterior, naturaleza y ciudad, privado y público, hacia el barrio en ciernes y sus habitantes.