Memoria de proyecto
Una última planta en una casa de finales del s. XIX, situada una de las calles más céntricas de A Coruña, en unas condiciones de mantenimiento muy desfavorables, con un presupuesto mínimo pero con total libertad y confianza por parte del cliente para poder escoger las soluciones que creyésemos convenientes.
La vivienda tiene la configuración espacial clásica de parcela gótica: pisos alargados, estrechos, angostos y con múltiples espacios de reducidas dimensiones; ¿lo que todos queríamos?: todo lo contrario.
Planteamos desde el principio vaciar totalmente el piso, manteniendo únicamente la caja de escaleras central. Conseguimos así un espacio único abierto, amplio, acotado a lo largo por una franja que alberga mueble-cocina-aseo-estudio-armario; es decir, una pieza longitudinal continua que recorre el piso y que contiene todas las necesidades, liberando el volumen y dotando de una continuidad tanto espacial como visual a la vivienda.
Las soluciones tomadas para la materialización de la idea pasan por ser totalmente reversibles. Básicamente, se refuerzan las vigas que lo necesiten con elementos metálicos, se emplea madera de abeto para la franja longitudinal y para reparar el núcleo de escaleras y se pinta de blanco, aportando una necesaria luminosidad, tanto las paredes de piedra como suelos y techos, ya que además es la opción más económica. El resultado: un volumen neutro, blanco, luminoso, diáfano, actuando como contenedor de una cajita de madera para las comunicaciones y otra longitudinal que recoge los elementos necesarios para habitarlo.
Texto.- Sinaldaba.