
Estudio FADG entiende que, aunque la única protección del edificio se limitaba a una de carácter ambiental centrada en algunos elementos de la fachada, no se puede reducir la conservación únicamente a estos elementos, sino que debe procurarse la reutilización de aquellos componentes y espacios que aporten valor al edificio, como ocurre, por ejemplo, con las molduras, los capiteles o las cornisas de la fachada, a los cuales se les ha prestado especial atención, o con las carpinterías de acero, renovadas in situ.
El uso de los antiguos letreros deja clara la intención de los arquitectos de reconstruir la imagen original. El único volumen que se incorpora es la escalera de evacuación, recubierta por un velo semitransparente que busca disimularla para no competir con la fachada histórica.
Se hace uso del atrio de la antigua fábrica, que actuaba como espacio distribuidor y como entrada de luz, recuperando esta cualidad para el proyecto. Para ello, se conservan la escalera de fundición y las carpinterías de madera que se encontraban dentro de este espacio. Sin embargo, los muros de mampostería que servían como apoyo estructural en planta baja alrededor del atrio han sido eliminados para su conservación. Para resolver esta renovación estructural, se ejecutaron vigas de 10,5 metros de luz, utilizando dos vigas HEB-550.

Rehabilitación de la Fábricas de Tabacos y Cinema Victoria por Estudio FADG. Fotografía por Flavio Dorta.
Descripción del proyecto por Estudio FADG
El proyecto de rehabilitación de la antigua Fábrica de Tabacos y Cinema Victoria supone la recuperación de un conjunto arquitectónico de gran valor histórico y cultural para la ciudad de Santa Cruz de Tenerife.
Proyectados y Construidos en 1923 y 1945 respectivamente por los arquitectos Antonio Pintor y Domingo Pisaca, estos edificios llevaban más de cincuenta años en desuso, en un estado de abandono que amenazaba con la pérdida definitiva de su identidad. Frente a otras propuestas que contemplaban la demolición, la presente intervención ha apostado por la protección y restauración de todos sus elementos, catalogados o no, más allá de su fachada, devolviendo a la ciudad un fragmento de su historia.

Catalogados o no La Fábrica de tabacos sólo contaba con una protección “ambiental” que se limitaba a sus fachadas, y el Cinema Victoria no tenía catalogación de ningún tipo. A pesar de la ausencia de protección, el proyecto ha puesto en valor desde un primer momento todos aquellos elementos que debían conservarse:
- Las fachadas han sido restauradas con especial énfasis en molduras, capiteles o cornisas, resaltando estos detalles con diferentes cromatismos gracias a pinturas al silicato en colores neutros.
- Las carpinterías de acero laminado de diseño industrial han sido restauradas in situ, con la sustitución completa de vidrios y la adición de nuevos vidrios interiores de altas prestaciones térmicas.
- Se han recuperado los antiguos letreros “VICTORIA” y “Cinema Victoria” que permiten restituir la imagen original del conjunto, respetando su identidad histórica.
- Se ha restaurado el atrio central de la fábrica en su configuración original y devolviéndole su papel como espacio articulador del conjunto que aporta gran amplitud y luz natural al interior. En este espacio se han conservado las carpinterías de madera y las barandillas de fundición remachadas estilo art decó.
- Se ha conservado el muro curvo de la sala de proyecciones del antiguo Cinema Victoria, construido a base de sillería de toba volcánica roja.
- La cerrajería de fundición, carpinterías de madera o molduras de techos interiores se han conservado pese a que tampoco presentaban catalogación. Intervención estructural.

La fábrica de tabacos cuenta con un sistema estructural formado por muros de mampostería de 60 cm de espesor en su perímetro exterior e interior entorno al atrio central. Los forjados de hormigón son a base de losas macizas de 15 cm de espesor y vigas de cuelgue con muy poco armado. La planta baja debía resolverse eliminando los muros de mampostería entorno al atrio, así como el muro perimetral que separaba ambos inmuebles.
Para acometer esta operación se ejecutaron grandes vigas cargadero de hasta 10,5 m de luz formadas por dobles HEB-550. Las siguientes plantas se mantuvieron en su estado original, por lo que la ejecución supuso un gran reto constructivo en una localización céntrica en la ciudad y plazos muy ajustados. Contenedor y Uso. Las geometrías de la fábrica y del cinema Victoria son los articuladores de los espacios en uso. El edificio no se ha adaptado al uso comercial, sino que ha sido el uso comercial el que se ha adaptado al edificio. Esta afirmación, sencilla a priori, obliga al usuario y promotor a renunciar a ciertas comodidades y funcionalidades en favor de la preservación del inmueble histórico.
Son precisamente este carácter histórico y las singularidades del espacio las que enriquecen exponencialmente la experiencia de hacer la compra, aportando un valor diferencial a la actividad comercial. El cumplimiento normativo, sin embargo, conlleva algunas consecuencias que se asumen desde el punto de vista del diseño arquitectónico y su integración en la ciudad.

Junto a la fachada histórica de la fábrica aparece un nuevo elemento vertical que es la escalera de evacuación, fabricada mediante perfiles tubulares de acero, se reviste con una piel semitransparente a modo de velo, de forma que, por contraste y por texturas, no compite con el edificio catalogado, sino que establece una relación de armonía entre las arquitecturas del pasado y las actuales. Un inmueble recuperado tras 50 años de abandono La Fábrica de Tabacos cerró sus puertas en 1975 y el Cinema Victoria proyectó su última película en 1979.
Ambos edificios han permanecido vacíos durante cincuenta años, sin que ningún promotor, ni público ni privado, acometiera su recuperación. La intervención por parte del promotor ha sido clave para la reactivación de este espacio, dotándolo de un nuevo uso comercial que garantiza su sostenibilidad en el tiempo, permitiendo el libre acceso de visitantes y vecinos. El muro curvo desde donde se proyectaban las películas, con su textura de ladrillos artesanales y sus balcones de madera, pasa a ser el telón de fondo del obrador. El olor a pan se mezcla con las fotografías antiguas de la fábrica y los elementos antiguos que decoraban sus espacios, ahora expuestos sugiriendo un breve viaje a través de la historia de estos.