
La Casa Roja proyectada por Ángel García Arquitectura plantea un esquema de tres unidades de viviendas que se vinculan por medio de espacios abiertos y semicubiertos adaptados a la vegetación existente en el entorno.
El proyecto explora la complejidad de la curva a través de dos fachadas ciegas (al norte y al sur) que le otorgan privacidad a la propuesta, bloqueando las vistas de las casas vecinas. Concebido como una galería, un corredor de acceso funciona como elemento vertebral que enlaza y vincula los diferentes espacios.
Alejado de principios estéticos preestablecidos, el proyecto promueve la tradición artesanal e incorpora objetos, muebles y artesanías adquiridos por la familia a través del tiempo. Como una superposición de texturas, materiales naturales y vegetación, Casa Roja se presenta como una vivienda cálida y acogedora que refleja fielmente la identidad de la familia que la habita.

Casa Roja por Ángel García Arquitectura. Fotografía por César Béjar Studio.
Descripción del proyecto por Ángel García Arquitectura
La Casa Roja se ubica en Bahías de Huatulco, Oaxaca, en un fraccionamiento localizado a pocos minutos de la costa, pero en un entorno completamente urbano sin vistas hacia el mar. La propiedad está rodeada de cuatro casas en tres de sus estribos y se abre hacia el oeste a una calle principal con vistas a un área natural aún no desarrollada.
El objetivo del proyecto es crear un esquema arquitectónico que permita tener tres unidades independientes para una misma familia. Se buscaba compartimentalización y privacidad entre las unidades, pero a la vez conexión y flexibilidad entre ellas. La estrategia del proyecto fue articular estas tres unidades a través de espacios exteriores y semi exteriores respetando los árboles existentes en el predio, ubicando el acceso principal entre el árbol de Guayacán y el Alejo.

Se creó un corredor/galería alrededor de la alberca como elemento de acceso, enlace y circulación central. Se generó una envolvente con dos fachadas ciegas en los lados norte y sur del predio que bloquean las vistas de las casas colindantes y dos fachadas permeables en los lados poniente y oriente que se vinculan con el exterior a través de patios, terrazas, balcones y jardines.
La casa se concibe como un elemento de exploración y búsqueda de una identidad arquitectónica que reinterprete las memorias y las rutinas de la familia que la habita, que integre los objetos, muebles y artesanías adquiridas a través del tiempo; que exprese la identidad del lugar con el uso de materiales constructivos locales como el tabique de barro, las herrerías y los postigos; que refleje los tonos cálidos y rojizos de la cerámica oaxaqueña en los muros de concreto pigmentado.

El proyecto no persigue el ideal estético de la simplificación de las formas, la pureza espacial y la disminución de la materialidad. Al contrario, la casa busca la complejidad, la tradición artesanal, la exploración de la curva, los recorridos del laberinto, el collage de texturas y materiales naturales, la superposición de capas, el capricho de la vegetación, la modulación de la luz natural y, sobre todo, intenta reflejar la calidez de hogar, la domesticidad y la particular identidad de la familia que la habita.