El almacén divide su superficie en oficinas, alojamiento y un laboratorio de cocina. El complejo se divide en dos franjas, por un lado tenemos una franja estrecha donde se encuentran las habitaciones más pequeñas y una franja más amplia, donde se sitúan las habitaciones grandes. La iluminación natural se consigue gracias a los grandes ventanales de la fachada y a las terrazas que dan al exterior.
Descripción del proyecto por Thomas Raynaud y Paul Devarrieux
En lugar de demoler y reconstruir, se opta por mantener el almacén en una cuestión de economía de medios y desplegar las cualidades intrínsecas de esta construcción ordinaria. Por sustracción y adición, pocos actos de alteración amplían su capacidad y flexibilidad de usos.
El almacén, hecho para todo uso, está dividido en tres lotes. Ahora está habitado por oficinas, alojamiento y un laboratorio de cocina.
El plan está dividido en dos franjas: una estrecha, en extensión de la escalera existente, acomodando habitaciones pequeñas - una grande acomodando habitaciones grandes. La iluminación natural es permitido por sustracciones masivas en la envolvente, creando continuidades espaciales entre el interior y el exterior.
La estructura existente consta de muros de ladrillo periféricos que sostienen un marco de techo de madera y albergan un piso intermedio formado por techos abovedados de ladrillo apoyados en pórticos de metal. Haciendo hincapié en esta idea de empotramientos estructurales, la franja de servicio consiste en un sistema estructural de poste-losa completamente independiente.