Un gran techo translúcido cubre las áreas públicas de la escuela (calles, terrazas y plaza central), creando un precioso espacio interior completamente iluminado por el día. El edificio está interceptado por una calle diagonal, que extiende la ruta pública que conecta la universidad con el campus circundante.
Ellen van Loon, socio a cargo de OMA: "El aspecto más emocionante de este proyecto fue inventar un nuevo concepto espacial para una escuela de ingeniería líder a nivel mundial, en un momento en el que múltiples disciplinas científicas deben combinarse y colaborar vigorosamente para mantenerse competitivas".
CentraleSupélec, formada en 2015 por una fusión entre Ecole Centrale Paris y Supélec, es una de las más prestigiosas grandes escuelas francesas especializadas en ingeniería. Situado en el corazón del futuro distrito de Joliot-Curie, para el que OMA ha desarrollado el plan maestro, el nuevo edificio forma parte de un campus de 22ha que situará a la universidad junto a institutos de investigación y grandes empresas tecnológicas.
Descripción del proyecto por OMA
En una era de privatización, las ciudades se enfrentan a un desafío importante: la inversión en el dominio público depende cada vez más del sector privado. Como resultado de este replanteamiento del convenio colectivo, el papel de la arquitectura a menudo se reduce al impacto visual de su forma y superficie en lugar de contribuir a una nueva dimensión educativa, social y cívica. El concurso lanzado por la Ecole Centrale Paris para el diseño de una nueva escuela de ingeniería se ha convertido en la oportunidad perfecta para explorar formas de responder a este exigente desafío.
Los laboratorios suelen ser planificados como edificios lineales, una gran caja dividida por corredores sin fin. Tal tipología crea un "apagón" de las condiciones urbanas; El edificio se convierte en un gigantesco muro debido a sus programas extremadamente aislados e internalizados. En cambio, podemos imaginar laboratorios como una colección de parcelas discretas en una rejilla de plan abierto; De esta manera, una ciudad puede acomodar infinitas configuraciones de programas y actividades. Este método proporciona un marco estable para cambios constantes de requisitos; El programa puede reconfigurarse o intensificarse según sea necesario.
Esta re-contextualización implica libertad para formular nuevos tipos de estilos de aprendizaje que promuevan la comunidad, la pluralidad y la diversidad de la población dentro de un denso campo de conocimiento, garantizando al mismo tiempo el funcionamiento puro de la escuela de ingeniería como incubadora educativa. El diseño de OMA integra el urbanismo con la escuela, suplantando la anterior experiencia homogénea del campus.
Así, se formó el concepto de Lab City. La arquitectura del Lab City genera una escuela urbana abierta, con un desorden creativo enmarcado bajo un esqueleto estructural. Al crear una calle principal, cortando diagonalmente el Lab City, el diseño permite una perfecta experiencia entre el edificio y sus alrededores, proporcionando una ruta pública conveniente entre el futuro corazón del barrio y la futura estación de metro. Alrededor de esta columna vertebral urbana, el programa se extiende en diferentes edificios de diversas tipologías y tamaños, organizados en una red urbana servida por calles secundarias. Un techo ligero único que cubre todo el complejo completa el esquema creando un fuerte vínculo entre los diferentes edificios y permitiendo que los espacios protegidos "externos" se usen libremente durante todo el año.