Muchas taperas también tienen un significado simbólico y emocional para las comunidades locales, ya que forman parte de su paisaje y herencia cultural, por lo que deben preservarse no solo por su arquitectura, si no también por la capacidad de ser elementos importantes en la memoria cultural de las comunidades agrícolas, al igual que en su identidad y arraigo cultural.
«Taperas» de campo por Franco Casaccia. Fotografía por Franco Casaccia.
Descripción del proyecto por Franco Casaccia
El trabajo es simplemente una iniciativa de interés personal para la documentación de paisajes y construcciones típicas de la región pampeana en Argentina. A su vez mostrar cómo estos se ven afectados por los cambios socioeconómicos y nuevas prácticas agrícolas en los tiempos de hoy.
Firmat se encuentra en la vasta extensión de la Pampa húmeda argentina, entre campos ondulantes y horizontes infinitos, se alzan las «taperas» de campo, testigos silenciosos de la historia rural del país. Estas antiguas construcciones, típicamente de adobe o ladrillo, alguna vez fueron refugio y centro de actividad en las vastas llanuras argentinas.
«Taperas» de campo por Franco Casaccia. Fotografía por Franco Casaccia.
Sin embargo, el paso del tiempo y los cambios en la actividad agrícola y ganadera han dejado muchas de estas taperas en un estado de abandono y deterioro. El éxodo rural hacia áreas urbanas, el abandono de prácticas agrícolas tradicionales y la falta de mantenimiento han contribuido al deterioro de estas estructuras, que ahora luchan por mantenerse en pie. A pesar de esto, hay un creciente interés en preservar y restaurar estas taperas como parte del patrimonio histórico y cultural de Argentina. Organizaciones locales, grupos de preservación y gobiernos están trabajando para documentar, estudiar y proteger estas construcciones, reconociendo su valor como símbolos de la vida rural argentina y su importancia en la comprensión de la historia y la identidad del país.
Además de su valor histórico, muchas taperas también tienen un significado simbólico y emocional para las comunidades locales, que las ven como parte integral de su paisaje y herencia cultural. Por lo tanto, la preservación de estas estructuras va más allá de la conservación arquitectónica, abarcando también aspectos de identidad y arraigo cultural. En resumen, las taperas de campo en Argentina representan un desafío y una oportunidad para preservar y celebrar la rica historia rural del país. A través de esfuerzos de preservación y restauración, se espera que estas construcciones continúen contando la historia de la vida en la pampa argentina para las generaciones futuras.