«Siestario», la propuesta para el Pabellón argentino realizada por Juan Manuel Pachué y Marco Zampieron en el marco de la XIX Edición de la Exposición Internacional de Arquitectura - La Biennale di Venezia 2025, resignifica el valor de la siesta. En ese sentido, pabellón se presenta como una oda a la ruptura momentánea de la rutina, un refugio donde el tiempo se diluye.
Como protagonista de la sala, un silo bolsa inflado y extendido, se convierte en soporte para el sueño, como un colchón de plástico blando, inmóvil, donde los cuerpos en calma se hunden. El silo bolsa, un vestigio de la economía argentina aparece descontextualizado de su función original, resignificando su propósito.

«Siestario» Pabellón de Argentina por Juan Manuel Pachué y Marco Zampieron. Fotografía por Federico Cairoli.
Su presencia, surreal y extraña, invita a una experiencia colectiva de ocio, donde el tiempo parece quedar atrapado en un instante. En el acto de descansar, comienza un tránsito hacia el sueño, hacía un tiempo indefinido. En ese estado, lo onírico impregna las paredes, los deseos y los sueños se filtran entre los cuerpos suspendiéndose en el aire. La atmósfera se transforma en paisaje, lo posible y lo incierto coexisten en lo indeterminado.
Como parte de la instalación, proyectores colgados del techo esbozan imágenes difusas, como una niebla que se desliza sobre el lugar. Destellos fugaces, susurros frágiles se mezclan en la oscuridad. De manera casi imperceptible, sueños, recuerdos, ambiciones, deseos de algo que no ocurrió invaden la atmósfera.

«Siestario» Pabellón de Argentina por Juan Manuel Pachué y Marco Zampieron. Fotografía por Federico Cairoli.
Complementariamente, dibujos, maquetas, renders y fotografías dialogan en el espacio sin un orden preestablecido. No se percibe una lógica exacta, los arquitectos y artistas son absorbidos por el conjunto, se diluyen en lo colectivo. La exposición se concibe, en forma errática y dispersa, como huellas de ideales y ambiciones de una memoria en construcción.