La vivienda se plantea como un laboratorio de virtuosas soluciones formales y sinceridad constructiva que engrandece el valor de los materiales utilizados.
Surgen así los dormitorios separados de la fachada, dando lugar a un espacio de transición muy atractivo, la galería, a modo de circulación alternativa y colchón térmico. Una relación fluida que juega inteligentemente con la luz natural y que se alarga hasta el estudio donde se conservan acabados y texturas de la fachada, recordándonos el exterior y a su pasado industrial.
Descripción del proyecto por NOMOS arquitectos
La Nave. 227 metros cuadrados de superficie, 34 metros lineales de fachada, 10 metros de fondo. Una retícula de pilares de hormigón de 5 x 5 metros y unas bajantes adosadas a los pilares centrales.
La Nave es la transformación de un espacio industrial en un lugar para la vida, que transcurre como una secuencia continua, con muy poca diferencia entre el trabajo y el ocio en familia. Es el resultado de un proceso creativo que apuesta por la utilización de materiales locales y sistemas constructivos vinculados a la artesanía.
La estrategia tipológica parte de la búsqueda de la localización óptima de los espacios tecnificados. Los núcleos húmedos quieren llegar a las bajantes pero desplazarse hacia el fondo del espacio. Giran 45 grados.
Los tabiques diagonales se construyen con un material, el ladrillo cara vista esmaltado, en dos colores, blanco y azul cobalto, configurando el perímetro de baños y cocinas. La cara oculta del ladrillo queda vista en los espacios circundantes cualificando el estar, el estudio y los dormitorios. Los ladrillos se giran y combinan generando zócalos, baldas, y frisos. En combinación con tableros cerámicos machihembrados de grandes dimensiones, definen nichos y estanterías. Los tabiques perpendiculares a la fachada principal se construyen con un entramado de pino y paneles de DM.
El desarrollo vertical de los tabiques busca articular el contacto de éstos con la estructura, mediante una corona de tableros triangulares de DM, que deja visible el aislamiento acústico de algodón reciclado, suavizando la relación con lo existente.
Los dormitorios se separan de la fachada, cuyas carpinterías existentes se mantienen, dando lugar a un espacio añadido, la galería, a la vez regalo programático, circulación alternativa y colchón térmico. La galería y el estudio conservan acabados y texturas de la fachada y por lo tanto, a pesar de ser interiores, nos recuerdan o transportan al exterior y a su pasado industrial.
La galería participa de la actividad de la casa, modela su experiencia sensorial y otorga significado a su complejidad tipológica, matizando y graduando de fuera hacia dentro la intimidad y la densidad luminosa de las estancias que protege.