Tanto el León de plata como las menciones se han justificado con una visión, un tanto arcaica, sobre el tiempo de la espera, arquitecturas vernáculas, intimidad y empatía, cuando dichas propuestas en realidad son más importantes por los interesantes aspectos que muestran, compromiso y ética individual de los premiados.
El resto de los premios de la bienal han huido del compromiso ideológico como el excelente tema planteado por el pabellón alemán, y se han centrado en temas más "tranquilos", por decirlo así, como el pabellón suizo, - en algunos aspectos ejemplarizantes (como el concurso para seleccionar a los comisarios, frente a la constante tendencia al “dedazo”)- y no tanto en su llamativo ejercicio académico de escalas. Resulta interesante la mención otorgada al pabellón de Gran Bretaña con la reflexión de los arquitectos Caruso St John con el artista Marcus Taylor sobre la idea de Isla, y los consiguientes temas que lleva implícitos, como el Brexit, el aislamiento, el futuro…
Becoming vs Wallpaper
El pabellón español, se encuentra dentro del grupo de los que han considerado el lema de la bienal "Freespace" en el entorno académico, como ocurre en el pabellón de Grecia o de Estados Unidos. La propuesta, con una muy interesante idea, que ha contado con la implicación de numerosos estudiantes, ha supuesto, al menos en este aspecto, un intento por refrescar el ambiente siempre centrado en el abigarrado mundo de las figuras del star system, sin embargo su construcción, su traslación a la realidad, ha sido menos emotiva de lo que sus ideas sugerían. Podríamos decir que se ha producido el caso inverso a la anterior intervención, y el discurso ha quedado desdibujado en una compleja transcripción sobre los muros con una iconografía que recuerda a las utilizadas en los años 80 y 90 del siglo pasado.
Lección “ejemplar”
El resto de los pabellones han pasado por interesantes propuestas como el pabellón de Singapur, el pabellón el de Turquía, el comprometido de Uruguay, el de Australia, la búsqueda del espacio público en Portugal, el de Austria, Estonia… sin embargo, creo que hay que destacar la intervención del pabellón de la Santa Sede.
Su propuesta ha venido de la mano de un cardenal conocido por sus opiniones radicales contra la arquitectura moderna de las iglesias, como recogía el periódico “The Guardian” hace unos días. La propuesta no ha respondido al lema de las comisarias en sentido estricto, “Freespace”, en la actualidad los espacios de oración no son espacios públicos, abiertos o libres (hace años que incluso las iglesias se cierran tras la oración o cobran por visitarlas), ni tan siquiera al debate planteado por el pabellón de Israel sobre la negociación y necesaria convivencia en lugares sagrados, sin embargo sí es cierto que son espacios donde las personas pueden encontrarse consigo mismas y en ese aspecto sentirse libres en un momento de recogimiento, "lugar de orientación, encuentro, meditación y saludo".
El conjunto de capillas es un extraordinario conjunto de bellas esculturas arquitectónicas. Al pabellón de la Santa Sede, le quedan numerosos temas para futuras ediciones, algunos mucho más delicados, éticos y de compromiso con la sociedad y con el espacio, que el mero reconocimiento de la belleza. En cualquier caso un sublime ejemplo de belleza escultural, aunque aislado, un espacio de paseo para los venecianos y la recuperación de un espacio para al ciudad, que merece una visita en Venecia.
A continuación, las imágenes de las 11 estructuras terminadas que componen el primer pabellón de la Santa Sede.