
El pabellón proyectado por Interplay architects y Komy studio se despliega siguiendo el desarrollo de una espiral, configurada mediante muros curvos que se superponen entre sí y generan su aspecto característico. Esta espiral sirve para establecer un recorrido continuo en la exposición, que culmina en una sala central de conciertos con forma de elipse, inspirada en el ámbar báltico.
El principal material empleado en la estructura y el revestimiento del edificio es la madera de pino japonés de origen local. Esta madera ha sido tratada reinterpretando técnicas tradicionales mediante métodos contemporáneos, generando así una fachada que, gracias a los juegos de luces y sombras, cambia de aspecto a lo largo del día. Constructivamente, se han creado con esta madera dos tipos de módulos estandarizados que se adaptan a la geometría del proyecto.

Pabellón de Polonia Expo Osaka 2025 por Interplay architects + Komy studio. Fotografía por Fernando Guerra.
Descripción del proyecto por Interplay architects
El origen del proyecto surgió de la fascinación por la geometría de la espiral. Una forma que ha inspirado a la humanidad durante siglos y que aparece en la naturaleza a todas las escalas: desde las moléculas de proteínas hasta la estructura de las galaxias.
¿De qué manera esta geometría representa para nosotros la esencia polaca y su inherente espíritu de innovación? Las fronteras del territorio polaco no impiden que las ideas innovadoras se difundan a lo largo y ancho, influyendo en regiones distantes y permitiendo que el conocimiento adquirido en el extranjero regrese al centro gravitacional de nuestra nación. Estas fuerzas invisibles, pero significativas para el desarrollo del país, se expresan en la dinámica forma de los muros en espiral, con la sala de conciertos como centro.

Formalmente, situado en una prominente parcela esquinera con gran exposición a las vistas exteriores, el Pabellón de Polonia se concibe a partir de una disposición en espiral, formada por muros curvos superpuestos de diferentes alturas. Esta forma abierta y dinámica responde a la necesidad de ofrecer una imagen reconocible desde múltiples ángulos, atrayendo simultáneamente a los visitantes a través de extensiones de muros que se proyectan hacia el entorno, invitándolos a explorar.
La geometría en espiral es más que un simple gesto formal; Sirve como herramienta espacial que estructura la secuencia expositiva y fomenta una experiencia progresiva de descubrimiento. Los visitantes se mueven con naturalidad por los diferentes espacios sin perder el contacto visual con el exterior, gracias a las ventanas que iluminan secciones del recorrido, culminando en una sala de conciertos ubicada en el corazón del edificio: una elipse cálida e introspectiva.

Esta sala, inspirada en el ámbar báltico —material simbólico de Polonia—, está rodeada por una cortina de cadenas doradas que evocan ramas de sauce, haciendo referencia a los paisajes que inspiraron a Chopin. Esta cortina unifica el espacio, oculta las entradas y crea una atmósfera íntima sutilmente acentuada por la iluminación.
El pabellón utiliza exclusivamente madera de pino japonés de origen local, tanto para su estructura como para su revestimiento, aprovechando el excepcional savoir-faire de los carpinteros japoneses. Evoca técnicas tradicionales reinterpretadas con métodos contemporáneos, dando como resultado una fachada vibrante que cambia de aspecto a lo largo del día gracias al juego de sombras. En el interior, la madera proporciona calidez, confort sensorial e incluso una presencia aromática.

La construcción emplea una lógica modular basada exclusivamente en dos tipos de módulos de madera. Esta estrategia garantiza la flexibilidad para adaptarse a la geometría del proyecto, manteniendo al mismo tiempo rigurosos estándares de construcción para cumplir con plazos extremadamente ajustados.
Bajo el lema «Patrimonio que impulsa el futuro», el proyecto establece un diálogo entre la identidad nacional y el contexto local, entre la artesanía tradicional y las formas que abrazan el futuro.