La irregularidad destaca en el proyecto, los espacios se distribuyen mediante un eje irregular que ofrece generosamente zonas de convivencia con vistas a la ciudad o a las principales secciones del edificio, que además gracias al generar contrastes de luces, sombras y tonos, los espacios se ven totalmente transformados y en algún caso genera en el usuario una sensación de confusión. El fuerte vínculo generado se consigue mediante tres grandes claraboyas que marcan el techo y se distorsiona para dejar entrar mejor la luz natural desde todos los lados.
Conservatorio Charles Aznavour de Música, Teatro y Danza por Dominique Coulon & associés. Fotografía por Eugeni Pons.
Descripción del proyecto por Dominique Coulon & associés studio
El edificio de la academia de música, teatro y danza de la nueva ciudad de Montigny-le-Bretonneux se alza sobre un solar triangular. Ofrece vistas lejanas del famoso bloque de apartamentos Les Arcades du Lac que Ricardo Bofill construyó en 1985.
El edificio compacto parece girar hacia el sur, para disfrutar de una mejor vista en ángulo recto de la calle. La estructura parece separarse para mostrar el verdadero tamaño de su estudio de danza, que gira para quedar paralelo a la carretera. Diferentes formas chocan, reflejando la geometría del sitio. Ofrecen vistas del pueblo y vistas despejadas del interior.
Conservatorio Charles Aznavour de Música, Teatro y Danza por Dominique Coulon & associés. Fotografía por Eugeni Pons.
Los lados exteriores del edificio cuentan con paneles transparentes de acristalamiento reflectante y superficies con rayas verticales que capturan la luz. Sus diversas texturas se muestran una al lado de la otra, lo que desdibuja la escala real del edificio y dota a la estructura de un aura de extrañeza y una gran cantidad de interpretaciones. Su enigmático contorno sugiere un edificio cultural.
El edificio tiene cuatro niveles. Incluye salas de teatro, un gran auditorio de caja negra, salas de música de diferentes tamaños, un estudio de grabación, tres salas de baile con vestuarios y un aparcamiento subterráneo. Los espacios se distribuyen a lo largo de un eje irregular que ofrece generosamente zonas de convivencia con vistas a la ciudad o a las principales secciones del edificio.
Cuando entras al vestíbulo de entrada, te encuentras mirando hacia dos espacios altos del sótano: el auditorio cavernoso y la sala de percusión con una altura de techo que se extiende por dos pisos y ofrece vistas de los instrumentos que se encuentran debajo.
Conservatorio Charles Aznavour de Música, Teatro y Danza por Dominique Coulon & associés. Fotografía por Eugeni Pons.
Los pasillos se caracterizan por los contrastes: paredes de hormigón visto yuxtaponen suelos y techos brillantes. Los espacios están salpicados de grandes elementos de madera maciza en todos los niveles, lo que hace que las zonas de convivencia sean acogedoras.
El corte longitudinal es la vista que mejor ayuda a comprender el fuerte vínculo que hemos creado entre todos estos espacios. Tres grandes claraboyas marcan el techo, que se distorsiona para dejar entrar mejor la luz natural desde todos los lados. En este atrio se eleva una escalera monumental que se despliega en diagonal y se extiende hacia las salas de luz y de baile. Películas dicroicas cubren los grandes paneles de vidrio. Sus colores cambian según tu posición y la del sol. Los espacios están unidos por este caleidoscopio gigante que difunde colores en constante cambio.