El legado de algunos arquitectos parece crecer y madurar con el tiempo. Un ejemplo es Lina Bo Bardi, que nació en Roma en 1914 y emigró a Brasil en 1946. Su práctica, hábil para combinar características estilísticas del modernismo internacional con sensibilidades locales, anticipó muchos de los temas que ahora son centrales en el discurso arquitectónico actual. No es casualidad que la Bienal de Venecia de 2021 la honrara con un León de Oro póstumo a su trayectoria.
Las obras representan la base conceptual de algunos de los proyectos más emblemáticos de Lina Bo Bardi. De manera poética, lúdica e informal, Bo Bardi presentó sus ideas en dibujos que ilustraban su visión de un edificio como una obra de arte total. Complementando estas piezas hay fotografías de Veronika Kellndorfer.
A menudo utilizó materiales de construcción innovadores como el vidrio y el hormigón, que, a pesar de sus contrastes estructurales, formaron una armonía impresionante en su trabajo y se establecieron como componentes integrales de la identidad arquitectónica moderna de Brasil.
Comisariada por la historiadora de arte Tereza de Arruda, esta exposición presenta piezas cuidadosamente seleccionadas de la compleja y diversa obra del arquitecto.