El edificio queda dividido en dos partes gracias a este patio, uno del lado de la calle y otro en el lado del patio interior de manzana. La organización se configura para que las habitaciones y las zonas de estar disfruten de la máxima longitud de fachada posible. Se plantean viviendas inclusivas proyectadas teniendo en cuenta la perspectiva de género, agrupando las piezas de estar, comedor y cocina en un solo espacio, a los que se une la zona de lavado, como espacios donde se desarrollan las actividades domésticas, dimensionándolos generosamente para que puedan ser utilizados por más de una persona a la vez.
El patio fue clave para conseguir un sistema energético pasivo, para que las viviendas dispongan de una buena ventilación y orientación a dos fachadas. La estructura metálica permite reducir al máximo la huella ecológica del edificio, así como el resto de materiales utilizados.
Churruca, Edificio Plurifamiliar Entre Medianeras por BE Studio. Fotografía por Adrià Goula.
Descripción del proyecto por BE Studio
El proyecto se sitúa en el Eixample Antiguo de Mataró, la capital del Maresme, una ciudad costera que goza de un clima templado gracias a su ubicación geográfica. Contamos con un solar vacío muy cercano a la línea de costa, en una trama urbana compacta donde predomina la tipología de la «casa de cos». Este entorno condiciona la forma de enfocar el proyecto, llevándonos a plantear un edificio que evoque la arquitectura del mediterráneo y donde se pueda disfrutar del clima costero. Proponemos un volumen acorde con esta tipología y unas fachadas que se mimeticen con los edificios del entorno con la intención de que el edificio pase desapercibido a primera vista.
En el interior, buscamos un lenguaje diferente y generamos un gran patio central que sirva a las viviendas. Este vaciado resuelve múltiples funciones, ya que atenúa la transición entre el espacio público y el privado, contiene el núcleo de comunicaciones vertical y los accesos a las 7 viviendas, ofrece un espacio tranquilo y agradable donde se potencia la relación entre vecinos y proporciona una segunda fachada a las viviendas. El patio es de forma rectangular y se coloca en perpendicular a la forma alargada de la parcela, tocando de medianera a medianera. De esta manera, el edificio queda dividido en dos volúmenes: uno en el lado de la calle y otro en el lado del patio interior de manzana.
Churruca, Edificio Plurifamiliar Entre Medianeras por BE Studio. Fotografía por Adrià Goula.
Se estructura todo el edificio con un patrón de franjas que nos permite agrupar y organizar los espacios servidores y los servidos. Los baños y las zonas de lavado e instalaciones se agrupan en el centro para que las habitaciones y las zonas de estar disfruten de la máxima longitud de fachada posible. Al mismo tiempo, la geometría y disposición de estas habitaciones se proyectan de manera que sean adaptables a medio plazo. Los cerramientos interiores son construidos en seco y colocados sobre el pavimento para facilitar que los usuarios puedan modificar y ocupar estos espacios según les convenga para su forma de vida.
Se pretenden viviendas inclusivas y diseñadas teniendo en cuenta la perspectiva de género, por eso la zona de día agrupa las piezas de estar, comedor y cocina en un solo espacio principal. La cocina y la zona de lavado, espacios donde se desarrollan las actividades domésticas, se dimensionan generosamente para que puedan ser utilizados por más de una persona a la vez, y se diseñan con cuidado para convertirlos en espacios agradables.
La eficiencia energética ha sido un eje vertebrador del proyecto. En cuanto a sistemas energéticos pasivos, la inclusión del patio ha sido clave ya que ha permitido que todas las viviendas dispongan de una buena ventilación y orientación a dos fachadas. Mediante las persianas de cuerda, todas las viviendas reciben la entrada del sol en invierno y pueden protegerse en verano. El envolvente del edificio evita los puentes térmicos y está equipado con buenos aislamientos y cerramientos practicables estancos. Así se logra un edificio con baja demanda energética que rara vez necesitará calefacción producida con energía aerotérmica. Para reducir la huella ecológica del edificio, se han tomado medidas como la construcción de una estructura portante metálica y, por lo tanto, reciclable, aislamientos de origen no plástico o las ventanas con carpintería de madera y los acabados de gres natural que a su vez aportan al edificio una estética tradicional con alma mediterránea.